VERITAS
Volumen: 35, Numero: 35, Páginas: PP. 103-120
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Hannah Arendt es sin duda una de las grandes defensoras de la comunidad política, la cual es integrada por ciudadanos que ejercen su libertad mediante la palabra y la acción en el espacio público. Los elementos fundamentales de la comunidad son la justicia y la igualdad. Pero, aunque Arendt fue teóloga, ella acusa al cristianismo primitivo de haber reducido la libertad pública a lo privado de la persona, realzando el amor y la compasión. Sin embargo, Tönnies y Leroux recuperan la importancia de los lazos fraternos y familiares que pueden formar comunidades sólidas, y cohesionar la vida social para que puedan aflorar el dialogo, los consensos y la opinión ciudadana.